Guardianes del Páramo

Los ecosistemas de páramo son la principal fuente de almacenamiento de agua dulce en los países andinos, estos prestan una diversidad de servicios ecológicos hacia toda la humanidad. Sin embargo, debido a las actividades antropogénicas como el cambio de uso de suelo por actividades agrícolas y pecuarias, estas áreas cada vez están disminuyendo y están amenazadas de desaparecer. 

De acuerdo al último reporte del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC, ARC6 2022), es imprescindible que la temperatura de la tierra se mantenga por debajo de los 2°C y que los países desarrollados cumplan con su compromiso establecido en el Acuerdo de París de mantenerlo en al menos 1,5°C. De lo contrario, el planeta entraría en un proceso que provocaría el deterioro de los ecosistemas, la pérdida de especies, el desequilibrio de los servicios ecosistémicos que proporcionan biomas como es el caso de los páramos, y por lo tanto, la disminución del acceso a agua tanto para el consumo humano como para la producción de alimentos.

En todos los escenarios de cambio climático, el IPCC afirma que las poblaciones menos desfavorecidas, y que se encuentran en el Sur, son las personas en mayor riesgo, ya que poseen mayor vulnerabilidad a las variaciones del clima. Por esos motivos, es necesario que se mejoren sus capacidades de adaptación, se establezcan acuerdos entre las comunidades y las instituciones públicas, para la gestión de los ecosistemas de páramo y la protección de las principales áreas de recarga hídrica. Por otra parte, es necesario que las comunidades indígenas realicen cambios en el modelo producción convencional (en los que se aplican químicos) por sistemas productivos ecológicos (agrícolas y pecuarios), resilientes al clima, y que permitan contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria. De lo contrario entraríamos a nuevos escenarios de migración climática.

El deterioro de los ecosistemas de páramo pone en mayor riesgo y vulnerabilidad climática a las familias indígenas campesinas que viven y dependen de estos ecosistemas. Con el proyecto Guardianes del Páramo se pretende mejorar los medios de vida de las familias indígenas en situación de pobreza por medio del cambio del sistema productivo convencional hacia sistemas ecológicos que se basan en la diversidad de productos para la alimentación y la comercialización. Parte de la estrategia consiste en sensibilizar a la población y promover acuerdos comunitarios, junto a los Gobiernos Locales, para proteger y restaurar los ecosistemas. En esto se incluye el desarrollar mercados alternativos para los productos ecológicos.

Los beneficiarios del proyecto son familias indígenas de la Nacionalidad Kichwa pertenecientes al Pueblo Puruhá, se dedican a la agricultura y se encuentran localizados en la Parroquia Rural de Achupallas en la provincia de Chimborazo (en el centro de los Andes). 3.000 personas son los beneficiarios directos del proyecto. Se beneficia de forma indirecta a 7.000 personas que son parte de las comunidades que conforman la parroquia.